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Seguramente, hayas oído habar en alguna ocasión sobre la ITE o la Inspección Técnica de Edificios, pero, ¿sabes exactamente qué es? En el blog de CENTURY 21 España te aclaramos este concepto, a quién afecta y cuándo debe realizarse. ¡Sigue leyendo!

 

La ITE (Inspección Técnica de Edificios) es una revisión obligatoria que evalúa cómo está un edificio, teniendo en cuenta su estado de conservación, así como la seguridad del mismo. Su objetivo principal es que nos aseguremos que las edificaciones son seguras, estables y salubres para prevenir futuros riesgos tanto para las personas que viven en el propio edificio como para las del entorno (vecinos de otros edificios, transeúntes…) Esta inspección es fundamental para mantener a lo largo de los años la integridad y seguridad de los edificios. 

 

A quién afecta la Inspección Técnica de Edificios

Esta inspección afecta a todos los propietarios de viviendas o locales de edificios con una antigüedad mayor de 30 años y es una responsabilidad que se comparte tanto por propietarios de viviendas unifamiliares como por las comunidades de propietarios de edificios residenciales. Esta Inspección también puede extenderse a edificios destinados, no solo a viviendas, sino también a oficinas, dependiente de la normativa de cada municipio. La responsabilidad de coordinar y financiar la ITE en el caso de comunidades de vecinos debe recaer sobre la comunidad en su conjunto. En el supuesto de que se deban hacer obras de mejora o rehabilitación, es fundamental que haya acuerdos entre los copropietarios 

 

Cuándo debe realizarse la ITE

La periodicidad de la ITE varía en función de la normativa específica de cada comunidad autónoma o municipio, pero, en términos generales, suele ser: 

 

  1. Primera Inspección Técnica de Edificios: Esta se debe realizar cuando el edificio cumple 30 años, aunque, en algunas regiones, este período se reduce a los 20 años, dependiendo del tipo de vivienda y la ubicación. 
  2. Siguientes inspecciones: Después de una primera ITE, las sucesivas se deben repetir cada 10 años, aunque este plazo puede variar según la normativa local y el estado del edificio.

 

Paso a paso de una Inspección Técnica de Edificios (ITE)

La Inspección Técnica de Edificios la debe realizar un técnico especializado que puede ser un arquitecto, un arquitecto técnico o un ingeniero, colegiados, y consiste en: 

  1. Revisión visual: En primer lugar, se realiza una revisión visual del estado general del edificio, incluyendo fachada, cubiertas, estructura, instalaciones y zonas comunes.
  2. Realización de un primer diagnóstico: Se realiza un primer diagnóstico en el que se identifican las posibles deficiencias en aspectos estructurales, de salubridad y de seguridad. En este primer diagnóstico se incluye la detección de grietas, humedades, filtraciones, corrosión en elementos metálicos, deterioro en instalaciones eléctricas y de fontanería, entre otros.
  3. Realización de informe técnico: Se elabora un informe detallado que clasifica las deficiencias encontradas según su gravedad y urgencia de reparación. Este informe puede ser favorable, favorable con deficiencias leves o desfavorable.
  4. Emisión de Certificado de aptitud: En función del resultado del informe, el técnico emite un certificado de aptitud del edificio que se presentará ante el organismo competente del ayuntamiento o comunidad autónoma correspondiente. 

 

Qué pasa si no se pasa la ITE

No realizar la ITE dentro del plazo que establece la ley, puede acarrear diversas sanciones y consecuencias negativas:

  • Multas y sanciones: Las autoridades locales pueden imponer multas económicas a los propietarios que no cumplan con la obligación de realizar la ITE.
  • Limitaciones para vender o alquilar: En muchas regiones, la falta de una ITE favorable puede impedir la venta o alquiler del inmueble, ya que el certificado de la ITE es un requisito indispensable en muchas operaciones inmobiliarias.
  • Obligación de obras de rehabilitación: Si el edificio en cuestión no pasa la ITE, los propietarios están obligados inexorablemente a realizar las obras necesarias para arreglar las deficiencias detectadas y garantizar la seguridad del inmueble.
  • Riesgos para la seguridad: Hacer caso omiso a las deficiencias estructurales o de mantenimiento puede aumentar el riesgo de accidentes graves, como desplomes o incendios, poniendo en peligro la vida de los ocupantes y transeúntes.

 

Beneficios de la ITE

Más allá de las obligaciones legales de realizar la ITE, esta ofrece varios beneficios significativos. Realizar la ITE garantiza que el edificio está en condiciones seguras, reduciendo así el riesgo de futuros accidentes. Además, un edificio bien mantenido y con todas las inspecciones técnicas en regla, permite aumentar su valor. Además, a largo plazo puede suponer un ahorro, ya que, la ITE permite detectar y reparar deficiencias en una etapa temprana y puede evitar reparaciones más costosas. En definitiva, mantener el edificio en buen estado mejora la calidad de vida de sus ocupantes, ofreciendo un entorno más seguro y confortable. 

Sigue nuestro blog si quieres estar informado sobre aspectos más técnicos y legales relacionados con tu vivienda. 

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