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Century21 Portugal


inmobiliario

Fue hace poco más de diez años que abracé el proyecto CENTURY 21 y, a lo largo de este viaje, me enamoré de esta actividad. Debo confesar que, anteriormente, tenía una visión diferente de esta profesión. Con el tiempo me he apasionado por la entrega de algunos profesionales inmobiliarios, a sentir una vocación por aportar valor a los clientes y a caminar en busca de la excelencia inmobiliaria. Agentes inmobiliarios que dignifican esta profesión.

Un día, igual a tantos otros, mientras realizaba mi trabajo de prospección de nuevos negocios, conocí a una responsable de la embajada de Estados Unidos, quien me invitó a conocer a los representantes de la mayor marca inmobiliaria del mundo. Estaban en Lisboa buscando un socio local para desarrollar la red CENTURY 21 en todo el país. Una década más tarde, aquí estamos, no sólo en Portugal, sino también en España y Cabo Verde, desarrollando la red inmobiliaria CENTURY 21.

En estos diez años he vivido de cerca la evolución de nuestra profesión en EE.UU,  Portugal, Francia y, lógicamente, España. En el caso de Portugal, aunque existían algunas marcas nacionales e internacionales de mediación inmobiliaria, el sector se caracterizaba por una multitud de micro empresas, sin estructura y poco profesionalizadas. A día de hoy, en Portugal existen tres marcas internacionales que predominan, una única asociación del sector y una reglamentación nacional. Estos factores en conjunto han permitido una creciente calidad y credibilidad de nuestro sector.

También en España, en los últimos años, se han intensificado esfuerzos por parte de asociaciones, para buscar la necesaria unificación. Las marcas internacionales empiezan a ganar espacio en el mercado aportando técnicas, métodos, herramientas, estructura y formación, puntos fundamentales para la profesionalización de esta industria en España. Conviene añadir también el hecho de que la concentración de empresas que operan bajo una misma marca potencia la capitalización de sinergias operativas entre ellas, incrementando las economías de escala y la visibilidad a nivel nacional.

Sin embargo, sigue faltando en España la voluntad política para lograr la necesaria regulación del sector, que permita dar garantías y seguridad a los consumidores inmobiliarios, además de la retirada del mercado de operadores poco serios que están en el origen de la baja reputación y mala imagen de nuestra profesión.

En estos 10 años la tecnología ha cambiado las reglas principales en nuestro sector:

  • Google ha democratizado el acceso a la información. El agente inmobiliario ha dejado de ser el guardián de la información inmobiliaria local pasando a ser el experto local que acompaña y que ayuda a sus clientes a comprender y a descifrar la información disponible para que el cliente haga un buen negocio inmobiliario.
  • Las redes sociales como Facebook y Twitter han cambiado drásticamente la forma en que nos comunicamos y relacionamos con otros agentes inmobiliarios, clientes, amigos y con nuestro círculo de influencia local.
  • Dos productos, iPhone y Android – los famosos teléfonos inteligentes que son auténticos ordenadores de bolsillo – han logrado revolucionar nuestra profesión. Claro que estos dispositivos móviles han permitido encontrar información y entrar en contacto con los clientes de forma que jamás fue tan fácil. Pero también han cambiado las expectativas del cliente. Bien es verdad que el trabajo de los agentes inmobiliarios jamás fue un negocio de nueve de la mañana a cinco de la tarde, los agentes inmobiliarios están todavía aprendiendo a trabajar con las nuevas reglas 24-7, en un mundo en donde la palabra clave es la inmediatez.
  • YouTube y todas las nuevas tecnologías nos permiten utilizar los vídeos como jamás fue posible, está transformando la forma como promovemos nuestros inmuebles y como nuestros clientes buscan información sobre el mercado y los inmuebles.
  • Las tecnologías de construcción, intercambio e integración de base de datos han permitido la llegada de la clásica MLS a España, proporcionando ahora una mayor cooperación entre agentes inmobiliarios.
  • Los CRM (Customer Relationship Management) si están correctamente diseñados, deben ser una herramienta que ayude a los profesionales a trabajar con método y calidad. Este es uno de los cambios decisivos para los próximos años: la fusión de la tecnología y la relación con el cliente. Sólo avanzarán las empresas que puedan aportar mucho más que el self-service de los portales inmobiliarios.

 

Desafortunadamente, la tecnología está avanzando mucho más rápidamente que la profesionalización de nuestra actividad. Las nuevas tecnologías están también dando más poder e información a nuestros potenciales clientes, que necesitan reconocer la credibilidad y el valor añadido de un agente inmobiliario para confiar en él la venta, compra o alquiler de su inmueble. No olvidemos que marcas como Airbnb o Uber están poniendo en peligro las metodologías utilizadas en sectores estratégicos de la economía tradicional.

Todos tenemos la responsabilidad de demonstrar al mercado el valor añadido de nuestra profesión para la economía, y colocar a las personas en el centro de nuestras operaciones. En ese sentido, tenemos que auto regular nuestra actividad y creo, sinceramente, que el desarrollo de las grandes marcas internacionales será determinante para la evolución positiva de la mediación inmobiliaria en España.

Mediante el intercambio de las buenas prácticas internacionales, con una adecuada estructura y capacidad de inversión para incorporar nuevas tecnologías, branding y capacidad de comunicación nacional, podremos tener – tal como en Portugal, Francia, EE-UU. y tantos otros países –  todavía más orgullo en nuestra profesión.

 

Ricardo Sousa

@c21ricardo

www.century21.pt 

in Revista Inmobiliarios Nº 40

 

 

marketing@century21.pt'

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